Victoriana

Un Hogar Británico de 1900

 

La distribución clásica en una vivienda Victoriana se realizaba de la siguiente forma: las estancias principales, como el comedor o los salones, en el entre-suelo, los dormitorios en el primer piso y en el ático quedarían apartadas las habitaciones de juego infantiles o docencia (aislando así el ruido provocado por los niños al jugar); recordemos que aquellos tiempos la enseñanza se impartía en casa por un tutor o institutriz. También aquí arriba se encontrarían las dependencias para el servicio. Las zonas de juego o enseñanza eran transformadas con el tiempo (al crecer los más pequeños) en mas habitaciones o incluso en zonas de recreación o juego para adultos, albergando todo tipo de importadas distracciones (como es en el caso de esta casa).

Las habitaciones de una casa de esta época serían mas sencillas (sencilla desde su punto de vista claro! hoy en día entendemos por sencillo otro tipo de decoración) que las estancias públicas (salones o comedores), el único elemento arquitectónico serían las cornisas, el rosetón o florón que enmarcaría la lámpara y la chimenea (realizada en madera y forja o solo forja de dimensiones más pequeñas que las del primer piso).

 

Generalmente la mujer y el hombre dispondrían de alcobas separadas comunicadas por un pasillo, característica que llegaría a desaparecer con el tiempo.

 

Hay que entender que un dormitorio en estos tiempos no sólo se emplearía para dormir, en ellos se tratarían enfermedades, se tendrían bebes, el índice de hospitales y doctores no estaba en proporción a la creciente población, (de ahí que en estos tiempos de desarrollo, se abrirían decenas de hospitales y casas de curas).

También un dormitorio se utilizaría como baño y aseo de ahí que en una habitación se lleguen a ver todo tipo de objetos de aseo (los cuales los coleccionistas nos encantan repartir por cada estancia) como bañeras (de zínk o porcelana), orinales, escupiteras, palanganas con jarra etc.)

 

Con la sociedad victoriana no solo crecen los índices de natalidad, si no que decrecen los índices de mortalidad. Los descubrimientos de vacunas, o la importación de remedios traídos de las colonias serian básicos en el desarrollo social se disparan de forma creciente. 

La búsqueda por la higiene se acentúa, si en los tiempos georgianos lo característico de un dormitorio era la cama con cuatro postes y pesado dosel, en el tiempo victoriano esto se simplifica; hasta la completa desaparición del los doseles con pesadas entretelas y borlas, nido acogedor para cualquier tipo de bacteria.

El desarrollo en la industria del metal, con nuevas maquinarias y sistemas de producción, desembocarían en la producción masiva de camas realizadas en bronce (o hierro fundido), camas más ligeras y cómodas para su limpieza que provocarían así ambientes más esterilizados.

Otra característica de finales del siglo XIX, concluyente del amplio desarrollo, seria el nuevo sistema en decorar y amueblar las habitaciones, no solo en esta época nace la vivienda adosada, si no que es aquí cuando se comienzan a fabricar muebles en serie, gabinetes completos, con la misma decoración, color o materiales. Obteniendo así diferentes perspectivas en las habitaciones, unas repletas de muebles individuales, sin ningún tipo de línea a seguir o por el contrario habitaciones conjuntadas de arriba a bajo.

 

En cuanto a los baños, cabe destacar su inexistencia en las primeras casas victorianas, (todo se llevaba a cabo en la habitación, transportando el agua hirviendo desde los sótanos para su uso con las mencionados bañeras o utensilios de limpieza personal). La mejora de los depósitos y distribución de aguas (en 1860 se comienzan a sustituir las tuberías generales de estaño por las de hierro fundido) conllevaría a la construcción de los primeros aseos en algunas de las casas (el hecho de tener baño no seria regulado como imperativo hasta 1880!), primero se cubrirían los sanitarios y paredes con paneles de maderas duras y nobles. Estos sanitarios no llevarían un sistema de tuberías individual, véase así: consola con jarra y palangana encima; u orinal encastrado con asiento en madera, con el tiempo y el nuevo sistema de vidriados al fuego se alicatarían con azulejos de diferentes motivo y colores un nuevo sistema de tubería individual daría lugar a los primeros caños y correspondientes lavabos con desagües.

La rigidez moral caracterizó a la sociedad victoriana. La época victoriana tenía sed de vigor, de corrección, de dignidad y aspiraba a la estabilidad de la moral humana, de manera que el romanticismo, los sentimientos, las emociones, es decir, las “aventuras”, no provocaban sino desconfianza y desprecio. El buen burgués soñaba con el orden absoluto, con una sociedad donde las emociones y los sentimientos debían ocultarse y su utopía era la del capitalísmo de un mercado de competencia perfecta .La sociedad victoriana, caracterizada por su arrogancia y creencia en el control del mundo era bien amanerada y educada, detallísta e impertinente en el saber, un saber cada vez mas internacional debido a la inmensa importación de diferentes culturas, de ahí el desarrollo de estancias dedicadas al estudio de éstas y al cultivo del ocio.

Los salones y bibliotecas adquieren un papel fundamental en los inmuebles. 

 

La Biblioteca

 

Los continuos descubrimientos y adelantos configuraban un estilo de vida mas complicado y de mayor cuidado en el detalle, de ahí la creación de estancias (o mobiliario) dedicadas a la guarda de documentos, contratos, escrituras, incluso cuentas a liquidar en los diferentes comercios (los comerciantes victorianos darían al cliente cualquier tipo de facilidad, con tal de hacer negocio!)…todo esto mas la continua importación de cultura traída de las colonias daría lugar las Bibliotecas o Estudios.

 

El carácter masculino de estas estancias estaba reflejado en su mobiliario y decoración, mucho más sobrio que cualquier otro salón en la casa. Los paredes ser vestirían con papeles de colores fuertes y agresivos, cuero seria una elemento a usar en el tapizado de asientos.

Pesadas librerías de roble o caoba albergarían todo tipo de libros o escritos, colecciones, planos o mapas,

Esta habitación llena de prácticos y cómodos muebles, serviría de zona de recreación a la vez que de estudio del cualquier señor de esta época, adornada con incontables objetos, o memorabilias, como trofeos, souvenirs importados de cualquier parte del mundo, juegos, pasatiempos, y por supuesto fotografías.

Recuerdos decisívos en la personalidad masculina victoriana que indundarían de forma arcaica cualquier esquina.

 

 

El Salón de Día

 

Al contrario que la biblioteca, el salón de estar se indentifica con una carácter más femenino. La opulencia domina cualquier detalle. Estos salones serán los destinados a recibir a las obligadas visitas, los “afternoon teas” serán servidos con todo detalle y por supuesto con las mejores galas. Una mujer de la época se debe fundamentalmente a su estatus social, de ahí que a mejor y mas éxito económico mas opulencia y drama en las decoraciones. Jamás se encontrarían casas de gente adinerada de estilos “clínicos” o sencillos. De hecho una señora no entraría en “relaciones” con un caballero hasta que éste no le pudiera proporcionar un adecuado y decente hogar. De ahí que llegasen a pasar años hasta la consumación del matrimonio.

Esta estancia estaría compuesta por lo mejor y “mas bueno” de una casa, porcelanas, pinturas, plata, bronces,…Básicos serían un sofá de cara a la chimenea, junto con alguna silla cómoda en torno a una mesa redonda o una estrecha de alas abatibles y un secreter o escritorio femenino donde se realizarían diferentes actividades desde escribir poesía u organizar las cartas de correos.

Otro pasatiempo característico también realizado en esta dependencia serían los bordados. El punto de cruz sería la actividad “de moda” entre féminas “de porvenir”;

de ahí la proliferación de estos bordados a través de la casa…desde llamadores, escabeles, cojines o incluso en las pantallas de chimenas y bolsos de mano.

 

Nota: En una entorno idílico al 1/1, el ¨drawing room¨ (denomanición anglosajona para esta salón de día) estaría localizado en la misma planta que el comedor, al igual que la biblioteca. La limitación de espacios en el 1/12 me obligaron ha utilizar el invernadero y el ático como espacios para estas dos elegantes estancias.

El invernadero por su parte estaría dedicado a otra actividad de ocio en estos tiempos, el cultivo de semillas y bulbos traídos de toda parte del mundo, la diversidad de flores era constante en todos los hogares del Imperio Británico de la época al igual que en los de la Inglaterra Europea de hoy en día. Inglaterra es no tan gris como se cree !!

De forma exquemática, la distribución de una vivienda victoriana quedaría de esta forma:

Planta Baja

 

Hall de Entrada  

 

 

Segunda Planta

 

Hall de Escalera  

 

 

Ático

 

Biblioteca